Es curioso como algunas cosas suceden en la vida. Les quiero compartir como fue que me topé con los Bloques de Tierra Compactada (BTC), y cómo solo 5 segundos (tiempo que transcurrió para ver salir un BTC recién moldeado) bastaron para dar un giro de 180 grados y cambiar por completo la percepción que tenía sobre los procesos constructivos, sobre mi manera de diseñar, pero más importante aún, sobre como vería la arquitectura desde ese momento.
Todo inició en mi búsqueda por un tipo de ladrillo muy especifico que quería para la fachada de Casa Capulines, necesitaba ladrillos que dieran el aspecto de un edificio inglés, ese aspecto "vintage-industrial" característico de cualquier fachada de los barrios antiguos en Londres. Buscaba algo diferente en color y textura que el clásico ladrillo rojo recocido color anaranjado al que estamos acostumbrados; pude haber recurrido a cualquier fachaleta prefabricada, pero siempre me ha parecido que terminan por verse falsas, además de que el presupuesto no me permitiría levantar los muros con cualquier otro método constructivo y además forrar con fachaleta todo el exterior del proyecto. En fin, con vistas a no conseguir lo que quería y como es costumbre mía, me dispuse a fabricarlos yo mismo.
Navegando por la web en búsqueda de una bloquera de medio uso y barata que pudiera habilitar en obra para mi cometido, me tope con una opción que me pareció atractiva, concerté la cita y me dispuse a ir a verla. Al llegar al lugar, el propietario me explicó que este tipo de maquinaria no era común, y que años atrás la habían usado para levantar muros en sitio y delimitar hectáreas y hectáreas de unos predios herencia de su familia. En mi mente pensé: perfecto! es lo que estoy buscando. Después me explicó que lo característico de los bloques que se fabricaban con ellas, era que no requerían del proceso de cocción, fue en ese momento donde todo empezó a tornarse raro, incluso llegué a pensar que se trataba de una especie de fraude, ya que con 7 años de experiencia inmerso en los acabados pétreos y porcelánicos, conocía bien los procesos de manufactura de muchos acabados.
Con un lenguaje nulo de tecnicismos, me explicaba que los bloques se fabricaban con tierra del sitio donde asentaban las maquinas y que con un tiempo de curado, se podían utilizar para levantar los muros perimetrales, muros que por cierto quedaban "bien macizos". Incrédulo le pedí que ejecutara una muestra, y sin replicar, se dispuso a prender las maquinas (con cierta dificultad ya que llevaban años sin operar); le pidió a su hijo que le pasara un balde de tierra del jardín, vaciaron la tierra en la cámara de compresión y en menos de un minuto vi nacer el primer BTC de mi vida. Quedé tan sorprendido que sin pensar en los pros y contras de todo el asunto. Ese mismo día adquirí la maquinaria.
Horas y horas de investigación y una pandemia, me dieron oportunidad de estudiar a fondo el proceso correcto de manufactura y uso de los BTC, concluyendo que no era tan sencillo como se me había planteado, ya que como toda buena receta de cocina, el secreto está en la porciones, y solo logrando una mezcla exacta y equilibrada de arcilla-arena-limos-agregados-agua, podremos obtener BTC's de calidad.
Me gusta pensar en los BTC como los "nuevos adobes" o "adobes tecnológicos". Para quien no está familiarizado con el término "adobe", se trata de un proceso constructivo milenario, en donde se hacen bloques de tierra arcillosa con un molde y se deja secar al sol, estos pueden incluir varios tipo de fibras para asegurar y fortalecer la estructura del bloque, como las cáscaras de algún fruto o algún tipo de hierva seca. Los adobes se han utilizado durante miles de años como sistema constructivo, incluso aquí en México, aún es común encontrase muchos cascos de Hacienda construidos con este sistema, y también muchas casas que aún son habitadas y que fueron construidas con las manos de nuestros abuelos cien años atrás.
Características Técnicas de los BTC
La similaridad de los BTC con los adobes no es coincidencia, estos son una versión moderna y tecnológica de elaborarlos, la principal diferencia es el estado de humedad en la mezcla antes de moldearlos, debido a que los BTC se comprimen mecánicamente, no se requiere de mucha humedad para que la cohesión a nivel molecular de la arcilla suceda. Otra característica importante, es la estabilización de la mezcla con cal, lo cuál causará una reacción exotérmica, reduciendo drásticamente la humedad de la mezcla por hidratación y evaporación, propiciando una mejora en su densidad, su resistencia mecánica y disminuyendo su porosidad y su permeabilidad y por ultimo el secado o curado; a diferencia de los adobes, el curado de los BTC se realiza a la sombra y no al sol como los adobes.
El BTC puede ser macizo, semi hueco, con agujeros completos y machihembrados (unión tipo "lego"). Las medidas de los BTC oscilan entre 8 y 12 cm de espesor, por 14 a 20 cm de ancho y 29 a 40 cm de largo, dependiendo del modelo de bloquera utilizado. El material del BTC es una mezcla de suelo natural areno-arcilloso tamizado en malla de 3 a 4 mm, un aglomerante industrial que puede ser cemento (en dosificaciones que pueden variar entre el 5% y el 12 % en volumen) o cal (porcentaje en volumen un poco mayor, entre 8% y 15%) y un 10% de agua en volumen total.
El mortero del BTC se prepara primero secando el suelo, se tamiza, se mezcla con el aglomerante y luego se va humedeciendo de manera paulatina hasta lograr un estado óptimo para compactar. Se vierte en la bloquera, quién compacta de manera mecánica y fabrica el bloque. Luego se desmolda y traslada al área de curado, donde se lo apila generalmente en tarimas o pallets, bajo techo, y durante una semana se humedece.
El tiempo de secado oscila entre los 20 y 30 días posteriores obteniéndose un BTC listo para ser utilizado en obra. Hay una gran cantidad de modelos de bloqueras, desde la CINVA-RAM originaria (de 1956) hasta las de mayor productividad, neumáticas o hidráulicas, más sofisticadas. En nuestro caso es una bloquera hidráulica con una fuerza de compresión a 20 Toneladas. Los muros se construyen con las leyes tradicionales del oficio, cuidando la nivelación y el plomo hilada por hilada, y empleando un mortero de igual composición que la del bloque, en estado plástico. En el caso de los tipo "lego" no es necesario mortero de juntas, pero se usa la misma mezcla más plástica para pegar entre hiladas.
La resistencia a compresión de los BTC en general es alta, superan las exigencias de la normativa IRAM y pueden llegar a superar los 8 MPa o más. El BTC es un bloque que logra una densidad importante producto de la compactación, y dicha densificación le otorga su ventaja resistente a esfuerzos de compresión. No es totalmente impermeable pero se puede trabajar de manera aparente en exteriores, con una aplicación impermeable con hidrófugos naturales o industriales en zonas húmedas y lluviosas.
Las posibilidades potenciales para el desarrollo de construcciones con BTC en nuestro país son altas y más en zonas rurales donde la población carece de una vivienda digna; sin embargo, adolecemos de programas de investigación y fondos presupuestales para implementar proyectos con este tipo de alternativas. No obstante, cada vez más y más firmas de arquitectura como la nuestra introduce este tipo de sistemas como alternativa a proyectos específicos, como es el caso del Arq. Francisco Pardo que después del terremoto de 2019, participó en la reconstrucción de viviendas en zonas afectadas del Estado de Oaxaca implementando el uso de BTC como primicia en los proyectos.
Casa Karina, Arq. Francisco Pardo
Arq. Leonel Meneses
Director/Fundador